Los clubes en ocasiones, piensan en la plantilla soñada más no en las dimensiones que toma llegar allí. En este sentido, pasa que son los jugadores los que buscan dar soluciones a su plantel por la desorganización administrativa. Tal es el caso de Joaquín Sánchez, el español ha puesto sobre la mesa su retiro para poder inscribir a parte de los rezagados que con la fecha límite encima deben resolver cuanto antes.
Pese a que los clubes están avalados jurídicamente para no inscribir a un jugador previamente contratado, esto dejaría sin acción a aquellos futbolistas que al 1 de septiembre no estén debidamente con la licencia que otorga el máximo ente patronal. Entendiendo el mencionado panorama, Sánchez, quien es el capitán del Real Betis, a sus 41 años, vio un medio que justifique el fin de un posible retiro.
Según ha informado ‘Canal Sur’, son varios los jugadores con los que, hasta el momento, no puede contar Manuel Pellegrini. Para tenerlos a su alcance, deberán liberar el cupo de la masa salarial por la normativa del ´Fair Play Financiero´, pero Pellegrini no quiere deshacerse de elementos importantes.
Claudio Bravo, Víctor Camarasa y Willian José, sólo han podido entrenar y hasta no tener licencia no existe la oportunidad de jugar en los partidos oficiales. Por su parte, el mediocampista quien acumula 15 años en la institución, recién había sido renovado por 1 año más.
Cuentas que no cuadran
Sucede que desde la entrada en vigencia del ´Fair Play Financiero´ aunado a la pandemia por COVID-19, los clubes vienen arrastrando problemas para generar ingresos, a pesar de que el pasado curso, 37 de los 42 planteles que conforman la liga española, votaron a favor del Proyecto de Impulso, acuerdo con el fondo británico CVC, por el cual los clubes adscritos al pacto se distribuirían una suma de 1.994 millones de euros a cambio del 8,2% de los beneficios que genere la comercialización de la competición (derechos audiovisuales, digitales y resto de negocios) durante los próximos 50 años.
Solo un 15% de este dinero se podía dedicar a la primera plantilla pero los heliopolitanos, como muchos otros clubes, se gastaron el verano anterior todo el dinero del fondo CVC que podía destinar a fichajes y masa salarial. Desde el pasado mes de junio necesitaban unos 25 millones de euros para poder cuadrar su límite salarial. El equipo andaluz, campeón de Copa y quinto clasificado, lo confió todo al traspaso de algunos de sus jugadores para cuadrar cuentas, al final, estas ventas no han llegado y ahora trabaja duro para encontrar dinero hasta debajo de las piedras.
Atando cabos
Por otra parte, de forma resumida, para fijar el límite salarial de cada club, LaLiga audita los ingresos en abonos, taquillas y patrocinios de cada entidad. Además, se realiza una media de los beneficios por traspasos de los últimos 3 años. A estos ingresos, la liga española resta los gastos estructurales de cada club (los no deportivos como créditos, sueldo del personal no deportivo o instalaciones) y la diferencia fija la masa salarial de cada uno de ellos, destinada al sueldo de la primera plantilla, cuerpo técnico, filial y cantera.
El Betis aún mantiene un desfase de su presupuesto de en torno a 18 millones de euros y tanto el club como la fanaticada, desean poder conseguir otra alternativa para no tener que tomarle la palabra al eterno capitán de los ´verdiblancos´, quien hace menos de una semana fue inscrito junto a Luiz Henrique, Andrés Guardado. Pero en su clamor, Ángel Haro y López Catalán prevén inyectar 6,5 millones al Real Betis para inscribir a sus jugadores acuerdo con LaLiga que permitiría a la entidad cumplir con las respectivas inscripciones.